Sentada en tu orilla Y mecida por el arrullo de tus aguas Me haces partícipe de tus lamentos. Me hablas con impotencia de tus pesares De tu sufrimiento No quieres continuar siendo El cementerio de más vidas humanas. Contemplas día a día horrorizado Como mueren las esperanzas De los deshauciados por las guerras Y lloras con desesperación Y tu llanto se convierte en maremotos salvajes Tus cálidas aguas se tornan más bravas Ya no tienes control sobre tu impotencia. Me haces tu confidente Y lloro contigo Hago mío tu dolor Y quiero gritar contigo Quiero ser el eco de tu rabia Quiero contarle al mundo Que no quieres ser el destino de más vidas sin esperanza Que no quieres mecer con tu vaivén Más víctimas olvidadas. Imagen de la red
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.