ATARDECER EN SANT BOI DE LLOBREGAT

  Escucho el latido del tiempo en el silencio que la noche acuna. Tu voz queda atrapada en el aire como susurro y reclamo de todos los tiempos. Mi corazón guía mis recuerdos y late con fuerza, mi alma vuela hacia donde sabe te hayas y surca el Universo hacia tu encuentro. Escucho el latido del tiempo y la calma se impone a la prisa del pasado, con lentitud se acerca y me abraza el eterno instante, sin imponer presencia desciende desde el lugar en que todos los mundos se unen en espirales de suave brisa abriendo camino hacia el infinito del momento eterno. Siento dentro de mí cómo palpita el sonido del Universo, algo muy profundo me invade impregnando mi ser de añoradas fragancias, de destellos de luz que del alma se apoderan. En la brevedad de un tiempo inexistente se abren los canales por donde discurre el flujo de información que desata la memoria gestando el secreto y origen del recuerdo.    Imagen de la red

 Se pierde la mirada en un punto infinito, mirada de ausencia aparente, hipnotizada busca en el horizonte de las incertidumbres las posibles respuestas que sabe existen. Los dormidos recuerdos aparecen desde una memoria envuelta en polvo de tiempo, en  silencios, olvidos involuntarios que el alma evoca y devuelve al presente atravesando la barrera invisible que separa las distintas realidades por donde se cruzan y entrelazan las vidas en todos los tiempos. La mirada se adentra en ese infinito que hay más allá del profundo abismo donde no existen sombras y la luz se abre paso absorbiendo la oscuridad del túnel. Vida interna en el camino inexplorado, avanzando sin noción del tiempo ni del espacio, el silencio ocupa el mismo plano por el que la luz se expande. El todo y la nada confluyen al mismo tiempo conformando la unicidad del ser completo. Se unifican las líneas que se bifurcaron con el desgaste de la memoria, todo fluye en melodiosa armonía con los sonidos universales que desde el i