Ella sigue enfrascada en su ir y venir mental y en cómo conoció al primer candidato amoroso. En el perfil que busca no tiene en cuenta la parte externa ya que la parte física no le preocupa sobremanera, aunque, ¡vaya!... ¡a nadie le amarga un dulce! y, bueno sí que es cierto que las canas y las barbitas la vuelven loca jaja , pero no busca un guaperas sin fondo, Ella mira el interior de las personas y eso es lo que más le importa, sobre todo valora muchísimo la sinceridad, sea cual sea la cuestión, cuanto más claros más amigos, ¿no?
Así que aquel personaje visto en fotografía no le causó ningún golpe de efecto extraordinario aunque la expresión de su rostro le decía que debía ser alguien con bastante sentido del humor, tenía cierto aire burlesco. Después se dio cuenta de que realmente era de lo más pintoresco...Lo que más le llamó la atención en un primer momento fueron sus palabras, bueno, la manera de expresarse y esas frases tan profundas que empleaba algunas veces, ¡ojo! que esto fue antes de que se conocieran en persona, claro, y es que a Ella siempre le encantaron las palabras y las frases bonitas llenas de significado con tintes filosóficos y,¿cómo no?, las "mentes brillantes". Ella ya era madurita, por tanto, teniendo en cuanta su edad, pues quería conocer a personas que estuvieran dentro de su mismo baremo, vamos, ni demasiado jóvenes ni mucho más mayores, eso era lo lógico según su punto de vista. Ahora hace un inciso y se vuelve a dispersar porque hablando de la edad recuerda cómo alucinaba a colores cuando en aquellas primeras visitas virtuales vio que un gran número de jóvenes la abordaban y no sólo para charlar...¡Dios bendito que alguno podría ser su hijo! y en algunas ocasiones ya les tuvo que decir que hijos ya tenía y que no era su intención criar más retoños, así que los mandaba con sus respectivas madres para que los acabaran de amamantar.
Esta mujer no tiene remedio, a este paso, piensa, cuando acabe de recomponer la historia me habrá dado tiempo de escribir un libro y publicarlo...es que se enrolla como las persianas y eso que sólo se trata de pensar...bueno, cuando se expresa oralmente también se enrolla jajaj ¡qué pena no disponer de esos muñequitos del whatsapp, así se ahorraría palabras.
La primera cita con este primer pretendiente fue en un parque, pensó que lo mejor sería verse allí y así quitarse un poco los nervios, Ella no tomaba café y, además, de hacerlo se pondría más nerviosa. No estuvo mal, a ver, físicamente no es que le dijera gran cosa, pero no era para salir corriendo. Enseguida se do cuenta de la mucha labia que tenía el caballero, le costó muchísimo trabajo poder articular dos palabras seguidas ya que la tenía boquiabierta con sus explicaciones sin posiblidad alguna de intervenir porque cada vez que quería abrir la boca la tenía que volver a cerrar y se quedaba con la palabra a medias. En sus tiempos había sido marinero y le contó todas y cada una de las peripecias por todo lo largo y ancho de este mundo, sin olvidar, claro, todos sus escarceos amorosos que fueron muchos... En aquellos momentos estaba recién jubilado de su cátedra de filosofía, aunque el buen hombre era un coleccionista de títulos universitarios...Ni qué decir tiene lo contentísima que se puso Ella. ¡Anda que no había tenido suerte de dar a la primera con ese pedazo de cerebro! Al final, lo que parecía que sería una cita corta, como debe ser en la primera, se alargó y con comida incluida. La verdad es que tenía su puntazo porque este buen señor tenía un sentido del humor de los que a Ella tanto le atraían: humor surrealista al estilo de Groucho Marx y con eso se había reído un montón.
Bueno, la cita acabó por la tarde y después hubieron otros encuentros en los que Ella siempre esperaba el momento en que se pudiera producir algún tipo de contacto, ¡pues sí! ¿qué pasa? ¿es que no es importante saber lo que dice el contacto de la otra persona en la piel? ¡Pues nunca lo supo! Recuerda que una vez le propuso que se dieran un abrazo y el buen hombre le contestó que eso de abrazar era una cosa muy seria y que no se podía dar un abrazo así como así porque los abrazos son muy significativos...Decir que Ella se quedó a cuadros es poco, su expresión fue de alucinación total. Eso sí, el gran cerebro le dio en cada encuentro grandes clases magistrales sobre anatomía y disección cerebral con las que amenizaba los postres de alguna comida...¡Así mismo!
Imagen de la red
Así que aquel personaje visto en fotografía no le causó ningún golpe de efecto extraordinario aunque la expresión de su rostro le decía que debía ser alguien con bastante sentido del humor, tenía cierto aire burlesco. Después se dio cuenta de que realmente era de lo más pintoresco...Lo que más le llamó la atención en un primer momento fueron sus palabras, bueno, la manera de expresarse y esas frases tan profundas que empleaba algunas veces, ¡ojo! que esto fue antes de que se conocieran en persona, claro, y es que a Ella siempre le encantaron las palabras y las frases bonitas llenas de significado con tintes filosóficos y,¿cómo no?, las "mentes brillantes". Ella ya era madurita, por tanto, teniendo en cuanta su edad, pues quería conocer a personas que estuvieran dentro de su mismo baremo, vamos, ni demasiado jóvenes ni mucho más mayores, eso era lo lógico según su punto de vista. Ahora hace un inciso y se vuelve a dispersar porque hablando de la edad recuerda cómo alucinaba a colores cuando en aquellas primeras visitas virtuales vio que un gran número de jóvenes la abordaban y no sólo para charlar...¡Dios bendito que alguno podría ser su hijo! y en algunas ocasiones ya les tuvo que decir que hijos ya tenía y que no era su intención criar más retoños, así que los mandaba con sus respectivas madres para que los acabaran de amamantar.
Esta mujer no tiene remedio, a este paso, piensa, cuando acabe de recomponer la historia me habrá dado tiempo de escribir un libro y publicarlo...es que se enrolla como las persianas y eso que sólo se trata de pensar...bueno, cuando se expresa oralmente también se enrolla jajaj ¡qué pena no disponer de esos muñequitos del whatsapp, así se ahorraría palabras.
La primera cita con este primer pretendiente fue en un parque, pensó que lo mejor sería verse allí y así quitarse un poco los nervios, Ella no tomaba café y, además, de hacerlo se pondría más nerviosa. No estuvo mal, a ver, físicamente no es que le dijera gran cosa, pero no era para salir corriendo. Enseguida se do cuenta de la mucha labia que tenía el caballero, le costó muchísimo trabajo poder articular dos palabras seguidas ya que la tenía boquiabierta con sus explicaciones sin posiblidad alguna de intervenir porque cada vez que quería abrir la boca la tenía que volver a cerrar y se quedaba con la palabra a medias. En sus tiempos había sido marinero y le contó todas y cada una de las peripecias por todo lo largo y ancho de este mundo, sin olvidar, claro, todos sus escarceos amorosos que fueron muchos... En aquellos momentos estaba recién jubilado de su cátedra de filosofía, aunque el buen hombre era un coleccionista de títulos universitarios...Ni qué decir tiene lo contentísima que se puso Ella. ¡Anda que no había tenido suerte de dar a la primera con ese pedazo de cerebro! Al final, lo que parecía que sería una cita corta, como debe ser en la primera, se alargó y con comida incluida. La verdad es que tenía su puntazo porque este buen señor tenía un sentido del humor de los que a Ella tanto le atraían: humor surrealista al estilo de Groucho Marx y con eso se había reído un montón.
Bueno, la cita acabó por la tarde y después hubieron otros encuentros en los que Ella siempre esperaba el momento en que se pudiera producir algún tipo de contacto, ¡pues sí! ¿qué pasa? ¿es que no es importante saber lo que dice el contacto de la otra persona en la piel? ¡Pues nunca lo supo! Recuerda que una vez le propuso que se dieran un abrazo y el buen hombre le contestó que eso de abrazar era una cosa muy seria y que no se podía dar un abrazo así como así porque los abrazos son muy significativos...Decir que Ella se quedó a cuadros es poco, su expresión fue de alucinación total. Eso sí, el gran cerebro le dio en cada encuentro grandes clases magistrales sobre anatomía y disección cerebral con las que amenizaba los postres de alguna comida...¡Así mismo!
Imagen de la red
Marina, leí ambos capítulos y con éste me he reído mucho.
ResponderEliminarEsperaré lo que sigue...
Un abrazo para ti.
Feliz anochecer.
Me alegra saber que te ha gustado y te has reído amiga, esa es la intención. Besos todos y feliz noche también para ti Viviana.
Eliminar