Lágrimas de cristal dibujadas sobre papel mojado,
desmayadas sonrisas devuelve el espejo con la imagen distorsionada.
Lágrimas teñidas de silencio se ocultan tras el cristal empañado por el vaho del
tiempo.
tiempo.
Lágrimas disecadas en el rancio pergamino con olor a tiempo añejo.
Lágrimas que ya no fluyen de los abatidos lagrimales,
secas y enmohecidas quedaron sus fuentes,
manantial de rebosante caudal en antaño
convertido en conducto polvoriento por el que la nada discurre.
convertido en conducto polvoriento por el que la nada discurre.
Hueca sequedad
que hiere y agrieta la piel con lágrimas de cristal duro y frío como el hielo.
Lágrimas que como espinas en la piel se clavan y en el alma cicatrices dejan.
Lágrimas ácidas que a la deriva navegan abriendo surcos de fuego con sus
aguas.
que hiere y agrieta la piel con lágrimas de cristal duro y frío como el hielo.
Lágrimas que como espinas en la piel se clavan y en el alma cicatrices dejan.
Lágrimas ácidas que a la deriva navegan abriendo surcos de fuego con sus
aguas.
Imagen de la red
El tiempo deseca las lágrimas, pero el dolor que las originó aún sigue fluyendo. Precioso poema, querida Marina, lo comparto con el mayor de los gustos. Besos y muy feliz noche :)
ResponderEliminarSí, el dolor a veces tarda en desaparecer aunque las lágrimas no fluyan...
EliminarMuchas gracias querida amiga por tus palabras y tu generosidad.
Besos todos y que tengas una muy bonita tarde guapísima!!!