Si necesitas de mí
ya sabes dónde me encuentro,
siempre muy cerca de ti,
dándote todo mi amor,
toda mi comprensión
y todo mi consuelo.
Así te lo haré saber
aunque guarde silencio.
Si las fuerzas te fallaran
te daré todo mi aliento.
Seré tu punto de apoyo
en este doloroso duelo.
Te cubriré de amor
y mis brazos abriré
para dar cobijo a tu dolor
y des rienda suelta a tus penas.
En mí siempre encontrarás
una lámpara encendida
para que te asomes a mi luz
cuando te sientas perdida.
Seré un paño para ti
dispuesto siempre a enjuagar
las lágrimas que tus ojos viertan.
Haré de colchón en el abismo
por si te sientes caer
no llegues al hundimiento.
Porque te quiero
y quiero que sepas
que aquí siempre estaré,
que nunca te fallaré,
las madres... siempre están cerca.
Imagen de la red
Un regalo precioso que tu hija habrá acogido con alegría, porque todos los días no le regalan a uno el amor hecho verso.
ResponderEliminarNadie acoge y sostiene como lo hace una madre.
Un saludo.
Es así Jonh. Las madres tenemos esa intuición especial que nos mantiene siempre alertas y atentas, siempre como soporte en todo momento. Gracias por tu visita y comentario, amigo y disculpa la tardanza en cobtestar. Un gran abrazo.
EliminarMarina, me emocionas al ver ese amor inmenso a tu hija, es el más maravilloso sentimiento que podemos vivir y entregar.
ResponderEliminarBendiciones para ella y paea ti.
Besitos y abrazo inmenso.
Gracias Viviana, como madre que eres sabes muy bien del gran amor que se profesa a l@s hij@s. Gracias amiga por estar aquí y dejar tus gentiles palabras. Besos y abrazos Viviana.
EliminarGracias Viviana, como madre que eres sabes muy bien del gran amor que se profesa a l@s hij@s. Gracias amiga por estar aquí y dejar tus gentiles palabras. Besos y abrazos Viviana.
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