¿Dónde te quedaste querida niña? ¿En qué lugar de mi mente se perdió tu imagen? La melancólica luz de tus ojos quedó en mi recuerdo grabada desvanecida en el tiempo como una estaca clavada que mi corazón atraviesa. Eres el recuerdo vivo y fugaz de otros tiempos de temores y angustias de enigmas sin resolver de conversaciones prohibidas de soledad y aislamiento de llanto incontenido de preguntas sin respuestas. Tormentosa infancia tormentosos recuerdos que van y vienen sin cesar que vivieron siempre conmigo que ya no quise evocar para olvidar lo no entendido. Apenas te recuerdo sonriendo. Sombría infancia mi querida niña. Quise ignorarte inútilmente para no volver a tu dolor para no sucumbir a mi sufrimiento. No te abandoné siempre has estado en mí formando parte de mi vida en cada instante de mi presente. Quiero que vuelvas a mí quiero encontrarte...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.