Envuelta entre opacidades y transparencias su cuerpo reposaba. Cortinas de vaporoso blanco emergieron de entre los silencios y verificó que la neblina su respiración no comprimiera. Tejió en la noche insomne todas sus quimeras y se dejó seducir por el sueño que traía en sus brazos el no transcurrir del tiempo. Soñó con todas sus muertes y cada uno de sus renacimientos, se vio a sí misma cómo una y otra vez sus pedazos se recomponían y como el Ave Fénix de las cenizas a la vida volvía. Soñó con alas de fuego que la izaron hacia el espacio iluminando con su luz las almas que atrapadas quedaron entre el frío y el fuego. Se bañó en nostálgicas aguas que de su interior provenían recuperando el brillo que antaño dejara en su abismo. Alcanzó la más bella y brillante de las estrellas que la noche dibujara en el firmamento con rúbrica especial para ella: "Solo para ti brilla esta noche mi luz, acaricia el aura que tu cuerpo rode...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.