Caminar con la intención de clavar en la tierra los pies.
Vivir y andar día a día apretando los puños, pisando fuerte.
Emociones múltiples intervienen enturbiando las claras aguas de la corriente.
Costoso se hace el andar manteniendo firme el paso, más hay que proseguir,
esquivar tortuosos senderos que no mortifiquen el alma cansada del viajero.
Caminar con la mirada anclada en el horizonte
sin perder la perspectiva para encontrar el norte.
Dificultades no faltan en la travesía.
Busca una posada el guerrero en la que reponer sus gastadas energías
y olvidar por un momento la pesada carga con la que camina.
Busca una posada el guerrero en la que reponer sus gastadas energías
y olvidar por un momento la pesada carga con la que camina.
Sin quejas ni lamentos continúa con paso decidido a librar su cometido.
Ilusionarse de nuevo, realizar nuevos sueños, crear nuevas fantasías.
Desplegar sus alas como el cóndor y alzar en lo más alto el vuelo.
¡Nadie impedirá su caminar, nada detendrá su vuelo!
Ningún obstáculo impuesto pondrá a su destino freno.
Ideará un nuevo mundo en el que dará alivio a su alma y soñará sin desvelos.
Imagen de la red
Así es Marina. Nada detiene el vuelo de un alma resuelta y eterno es el camino de nuestros corazones viejeros.
ResponderEliminarMuy bello este andar por el sendero de tus versos. Un placer leerte.
Muy agradecida siempre querida amiga por tus palabras y tu visita. Sin duda, cuando hay determinación no hay nada que detenga ese vuelo. Besos y abrazos querida amiga.
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