Palabras hay que duelen al pronunciarlas, palabras hay que llenan el alma de dicha al ser escuchadas. Palabras que hieren. Palabras que enferman y palabras que sanan. Palabras que consuelan y abrazan. Palabras mortíferas que como dagas apuñalan y hieren el alma. Palabras sutiles de malicia contenida. Palabras en desorden, sin sentido para los oídos de quienes las reciben. Palabras de amor apasionadas que enloquecen y desbordan de deseos a la persona amada. Palabras que nacen y mueren sin valor de ser pronunciadas. Palabras malditas que saben a cicuta y se disparan como dardos envenenados. Palabras benditas que de alegría o de tristeza lágrimas desatan. Palabras con capacidad y poder de inclinar la balanza a conveniencia. Palabras sordas, palabras veladas y malinterpretadas. Palabras de mentiras contenidas que...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.