Recuperando el olvido al que partió el recuerdo, recuperando el tiempo no vivido se mantiene el alma a la espera de alcanzar la paz, conquistando el presente, desterrando pasados, sin forjar futuros ausentes. No existe momento más sublime y cierto que despertar de la ceguera en el ahora a cada segundo, a cada respiración sin contener el aire dentro y fluir con la certeza de vida contenida en la inhalación del preciso instante. Recuperando la paz con el pleno convencimiento de encontrar sosiego a través de los dictados que del corazón provienen, alejando la manipulación mental, ignorando exigencias externas, adentrándose sin vacilar en las profundidades donde el alma se refugia y queda a salvo de la ignorancia del tiempo. Recuperando los sonidos conocidos de una voz que cada vez se hace más fuerte y se hace escuchar a través de los adormecidos sentidos que lentamente reaccionan y despiertan al recuerdo, desnudos de todo contenido sobrante, apoderándose de la esperanza de renacer y...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.