Lates en mí con la impaciencia que crea la espera sin saber de donde procede el nombre que le dio vida al entendimiento. Seducido por la curiosidad del momento, te aletargas hipnotizado por el canto de sirenas que a tu alrededor escuchas. Nadie asoma, nadie se da cuenta y tú, en tu impaciencia, solo esperas y esperas desbordado por la incertidumbre de lo que pudieras hallar más allá del sonido del silencio, más allá del imperceptible murmullo del conjunto de la nada que se esconde tras del velo cubierto en polvo de tiempo. Te asomas al acantilado de emociones que dentro de ti bullen y en la encrucijada de sentimientos confundes la dirección, sigues el camino equivocado y retrocedes al darte cuenta que sólo el abismo tienes delante. Tus pulsaciones se aceleran, el vértigo recorre tu cuerpo y tiemblas por un momento, temes caer sin que nadie pueda recoger tu cuerpo cuando en la caída quede inerte. Te atreves a pesar de tus miedos y saltas al vacío sintiendo la ingravidez de tu cuerpo y e...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.