Cae sobre mí el silencio como copos de fría nieve, escarchadas formas que van calando mi cuerpo hasta convertirlo en una rígida estatua de hielo. Siento caer con lentitud las gotas heladas de una lluvia tan invisible como tangible que congela la sangre en mis venas.
Ensordecida la madrugada se niega a despertarme del profundo sueño y me hundo y me hundo y sucumbo en los pliegues de la noche. Inmutable ante el frío silencio en el que mi ser se introduce en un suspiro contenido acentuando el desamparo en el eco del vacío en el que contemplo la desproporción de pensamientos.
Se dispara el tiempo en un veloz recorrido por las sendas inescrutables donde nada es permanente, todo gira sin cesar a velocidad de vértigo, bailan las horas en el mismo silencio donde me cobijo en busca de un equilibrio que a solas consigo cuando se aplaca la tormenta y la calma vuelve en el interior del vórtice en el que quieta me mantengo.
Imagen de la red
Hermosas letras, te he acompañado en esta tormenta emocional. Besos muchos :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu compañía, Marijose.
EliminarAbrazos muchos para ti también.
Me sumergí en tu sueño, querida, Marina, en donde el plácido silencio es tan helado que parece hundirnos en un abismo. Y al despertar, los pensamientos de lo vivido se van acomodando en esa calma en la que deseamos estar. Entonces se trata de entender.
ResponderEliminarEs hermoso, como has descrito esos momentos donde el tiempo, las horas..., transcurren veloces por entre las emociones vividas y sentidas. Gracias, por este paseo onírico lleno de matices. Ha sido un verdadero placer leerte en tu estado de Luz.
Un abrazo enorme, a tu bello Ser.
Mi querida Mila, qué bonitas y certeras palabras, me alegra saber que te ha gustado y que te hayas sumergido en este sueño de frío silencio. El placer es mío al tenerte cerca, gracias infinitas por ser y estar corazón.
EliminarAbrazo inmenso con todo cariño, alma bella.
¡Hola, Marina! El silencio tiene muy mala prensa hoy día, parece que permanentemente debemos estar conectados a algo, y que no hacerlo nos sumerge en el aislamiento o soledad, que también son anatemas en esta sociedad. El silencio es frío, pero logra algo tan importante como permitir encontrarnos con nosotros mismos y nuestra propia realidad. Y ello jamás es una pérdida de tiempo. Un fuerte abrazo y feliz verano!!
ResponderEliminar¡Hola David! Pues tienes toda la razón del mundo, estar conectados a algo se ha convertido en necesidad y donde realmente debemos estar conectados es a nosotros mismos. El ruido exterior nos desborda la mente y de ese caos solo se sale acallando la mente a través del silencio.
EliminarMil gracias por tu valiosa aportación. Un abrazo enorme con todo cariño y mis deseos de que disfrutes mucho del verano.
Marina, me ha gustado mucho esa imagen, es muy enigmática y significativa, tanto como lo es ese silencio que tan bien describes, el cual se siente gélido y nos mantiene inmutables, pero que nos va aquietando y proporcionando un delicioso equilibrio que solamente a solas, en el silencio exterior e interior, escuchando el eco del vacío, se consigue, y de seguro nos deja una cálida sensación de plenitud, cual si fuéramos un árbol a la orilla de un río.
ResponderEliminarEncantada de leerte querida. Abrazos llenos de silencio para tu bella alma.
Harolina, qué bonito lo dices, me encanta la comparación con el árbol a orillas de un río, ciertamente es un estado de completa plenitud.
EliminarGracias infinitas por tu tan querida y valiosa huella, querida amiga.
Te dejo un abrazo envuelto en plácido silencio que acaricie tu bello Ser.
Nada es permanente, es verdad, ni siquiera el silencio.
ResponderEliminarBonito paseo me he dado por tus letras tan expresivas llenas de sentimiento.
Un abrazo gigante.
Me alegra que hayas disfrutado de tu paseo querida Elsa, todo un honor para mí que así haya sido.
EliminarGracias infinitas por tus generosa palabras amiga querida.
Abrazo inmenso para ti también con todo mi cariño.