Ir al contenido principal

Solo tu voz







Te miro con intensidad buscándote

Pongo atención a cada gesto a cada palabra

Pero no te encuentro

Intento escudriñarte hasta lo más profundo

Buscando lo que fuiste

Lo que significaste

Te miro intensamente

Buscando ese recuerdo

Solo me acerca a ti el sonido de tu voz

Te escucho y, es ella, tu voz

La que me devuelve los recuerdos

Aquellos tiempos de loca pasión

Aquel amor de juventud que despareció

Aquellos años tortuosos unas veces

Y felices otras

Aquel amor que me dejó marcada para siempre

Me duele pensar que un día

Ya ni mi nombre podrás pronunciar

Me duele pensar que no estaré en tu pensamiento

Aunque hoy no me mueva el mismo sentimiento

Me duele saber que se evaporará lo vivido

Nuestros años de amor desesperado

Me duele saber que no reconocerás mi rostro

Que no te dirá nada el contacto de mis manos

No me queda más que desear

Que cuando el velo de la memoria caiga

Sea mi imagen la última cosa que tu retina retenga

Que sea mi risa la que tus oídos oigan

Que sea mi voz la que te guie en las sombras de la desmemoria

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL RUGIDO DEL DRAGÓN

  Volvió a escuchar el rugido del dragón desde la tenebrosa cueva que lo custodiaba. Camuflado tras el sopor de un narcótico sueño esperaba impaciente el oportuno momento para salir de su guarida y atemorizar a la dueña y señora del castillo aprovechando su debilidad en las horas en que más vulnerable se hallaba. Llamaradas despedían sus fauces desde las entrañas del submundo en el que la oscuridad reinaba. Bestia abominable, sin piedad el terror sembraba en el corazón y el alma. Olvidó cerrar las compuertas donde lo mantenía en silencio en muchos tiempos, olvidó que la bestia con vida permanecía y podía despertar de su letargo en cualquier momento. No quiso concederle tregua y que el rugido más fuerza tomara y ahogó su grito en medio de las tinieblas, extintores de gritos y palabras graves lanzó contra el monstruo que la acosaba, mas, el monstruo no se amilanaba y no retrocedía. Volvió a escuchar el rugido del dragón y destempló su sueño en todas las madrugadas, se negaba a escuch...

ESTARÉ AQUÍ MISMO

    Recuerdo perfectamente el momento en que te vi, tu cara de asombro igualando mi asombro, tus enormes ojos mirándome con extrema curiosidad, una mutua correspondencia en aquel inesperado encuentro. Nunca te olvidé, bueno, más bien, siempre supe que estabas en algún lugar no muy lejos y que nuestros caminos se cruzarían. A pesar de soñar con que ese encuentro se produjera, mi asombro fue tan grande como el tuyo. Ambos nos sobresaltamos de ver nuestras extrañas apariencias, pero en nuestras miradas francas había un reconocimiento que nos acercaba. Tus ojazos me subyugaron por completo, sentí en mi interior una profunda ternura, un deseo incontrolable de abrazarte a pesar de desconocer tu procedencia.  Conectamos enseguida sin necesidad de articular palabras y tuve la necesidad de protegerte de cualquier persona ajena a lo que estaba sucediendo, sentí que debía alejarte de miradas curiosas que quisieran causarte mal por no entender que eres un Ser hermano perdido...

MI MUNDO

    Me llamo Alberto y estoy aquí más por mi madre que por mí que es la que considera la necesidad de que haga terapia con un psicólogo. Sinceramente, debo decirle que no hay en mí preocupación o problema de ningún tipo relacionado con mi "ausencia del sentido de la vista". Mi pobre madre se empeña en creer que no soy feliz y que vivo aislado de las personas en un mundo de oscuridad, pero nada más lejos de la realidad. Vivo en un mundo que he construido para mí ¿por egoísmo? pues quizá sí. No echo de menos nada de lo que me cuentan del exterior, ese mundo lleno de codicia en el que se perdió el concepto de humanidad. Vivo en mi mundo feliz, sin echar de menos nada de lo no conocido, dispongo de otro tipo de visión de la que muchos están desprovistos, veo a través del corazón, con los ojos del alma y de la intuición. Soy arquitecto, mago, constructor de sueños y realidades impensables para el ojo del que no ve más allá de la falsa realidad en la que se mantienen dormidos. Soy...