Puede ser, quizá, es posible, que algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar, que nuestras vidas se vuelvan a encontrar. Intenté arrancarte de mi corazón, recité mantras sin convicción. Llegué a creer en mi autoengaño aceptación y resignación. Arañé motivos y conseguí creerlos. Sé que estoy lejos de ti pero tu nombre aún sigue vivo en mi, ocupando, de vez en cuando, la mayor parte de mi pensamiento. Ya no hay llanto. No sé si queda dolor. Sé que hay momentos que me invade la tristeza. Se apodera de mi alma, me desalienta. En ese instante busco palabras de consuelo mañana será otro día, pienso, habrá pasado ya la melancolía. Pero hoy estoy triste, hoy pienso en ti. Hoy... será un mal día. Te recuerdo, te extraño, te echo de menos. Siento imperios...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.