A ti, sí a ti, que aún en la distancia puedo verte y percibir tu presencia,
que en cada regreso, solo con escuchar tu voz mis pulsaciones alteras.
Pasiones desenfrenadas como reacciones en cadena en mi cuerpo provocas
al sentirte de mi tan cerca a pesar de los kilómetros que entre nosotros hay de diferencia.
al sentirte de mi tan cerca a pesar de los kilómetros que entre nosotros hay de diferencia.
A ti, que deseos locos en mí enciendes por saberme en tus brazos presa
enroscada a ti cual lujuriosa serpiente, cuerpo a cuerpo, piel con piel.
Deseos locos de amar y gozar plenamente hasta perder los sentidos y el aliento
hasta la extenuación...hasta llegar a la culminación del infinito éxtasis.
hasta la extenuación...hasta llegar a la culminación del infinito éxtasis.
Avariciosa me muestro por alcanzar la voluptuosidad de tus labios,
perder mi boca en tu boca y comprobar a qué saben tus besos,
si saben a miel , si saben a ti o saben a llamas ardiendo.
perder mi boca en tu boca y comprobar a qué saben tus besos,
si saben a miel , si saben a ti o saben a llamas ardiendo.
Deseos de sentirme viva entre tus brazos, dentro de tí, en tu cuerpo.
A tí, que me arrastras con tu fuerte viento hasta el mismo vórtice del huracán.
Al descubierto quedan los más primitivos cimientos,
remolinos tempestuosos y ardientes sin dique que los contenga.
Sin oponer resistencia, se enlazan mis deseos a la lujuria del fuerte viento
que contigo arrastras en tu vendaval.
Desmedida furia y desatados sentimientos, descontrol instintivo total.
A tí, que me arrastras con tu fuerte viento hasta el mismo vórtice del huracán.
Al descubierto quedan los más primitivos cimientos,
remolinos tempestuosos y ardientes sin dique que los contenga.
Sin oponer resistencia, se enlazan mis deseos a la lujuria del fuerte viento
que contigo arrastras en tu vendaval.
Desmedida furia y desatados sentimientos, descontrol instintivo total.
A ti, que desde el otro lado me subyugas y me atrapas
que codicioso me envuelves en tu seductora mirada,
que codicioso me envuelves en tu seductora mirada,
que me piensas y te vuelves loco por cruzar la distancia que nos separa.
A ti, que sin verte me provocas, me enervas y me soliviantas
al pensar cómo tus manos y tu boca se deslizan lentamente
recorriendo cada zona de mi cuerpo y cada palmo de mi piel.
Que eres sin prisa desespero por calmar y saciar el hambre y el deseo.
Que al volver y mostrarme tu anhelo consigues que vibre sin freno
pensándote arder por tenerme, pensando sucumbir en tu fuego.
Pensándonos en la hoguera apagando juntos el incendio
de la la tórrida pasión que nos abrasa,
del desmedido fuego que por dentro nos quema.
de la la tórrida pasión que nos abrasa,
del desmedido fuego que por dentro nos quema.
Imagen de la red
Querida, Marina...
ResponderEliminarQué maravilla de amor, pasión hay en este poema.
Sigue sintiendo tan bonito, me ha fascinado.
Besitos y abrazos para ti. Viviana.
Gracias por tus palabras querida amiga. Me alegra que te haya gustado este apasionado poema...Besitos y abrazos todos corazón.
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