Nunca lo supiste, nunca te lo dije,
No quise mostrarme vencida por el dolor de la ausencia.
Ausencia de verdades que perecieron ocultas en silencioso llanto
creyendo que así me protegía
¿de quién o de qué? me preguntaba
¿de quién o de qué? me preguntaba
¿de tu falta de sinceridad y de tu hipocresía?
¿o de la facilidad con que caí en tu falsa palabrería?
Nunca quise decírtelo, no quise desnudar ante ti mi dolor
mostrar las invisibles heridas que mi alma atravesaban,
dejar mi vulnerabilidad al descubierto,
el desgarro que sentí en mi interior por el efecto de tus letras.
Doloroso silencio fue mi reacción,
preferí callar y engullir en soledad mis sentimientos.
¿o de la facilidad con que caí en tu falsa palabrería?
Nunca quise decírtelo, no quise desnudar ante ti mi dolor
mostrar las invisibles heridas que mi alma atravesaban,
dejar mi vulnerabilidad al descubierto,
el desgarro que sentí en mi interior por el efecto de tus letras.
Doloroso silencio fue mi reacción,
preferí callar y engullir en soledad mis sentimientos.
Insomnio maldito se apoderó de noches eternas.
A oscuras, sin consuelo me encontraba la mañana.
Me vencía el día sin llegar a entender el por qué de mi agonía.
A oscuras, sin consuelo me encontraba la mañana.
Me vencía el día sin llegar a entender el por qué de mi agonía.
Decepción llevé a cuestas pensando en tu falta de valor,
en tu inmensa cobardía.
en tu inmensa cobardía.
Por alto mis sentimientos pasaste,
añicos hiciste mi corazón y mi alma laceraste.
añicos hiciste mi corazón y mi alma laceraste.
Me descuartizaste como papel que ya no sirve
sin remordimiento, los pedazos a la papelera lanzaste.
sin remordimiento, los pedazos a la papelera lanzaste.
Como si mi corazón de una pierda se tratara
no tuviste en cuenta el efecto de tus palabras,
a bocajarro sobre mí las soltaste
no tuviste en cuenta el efecto de tus palabras,
a bocajarro sobre mí las soltaste
cayendo en mi corazón como un chorro de agua fría.
Enamorado estabas y no era de mí, me dijiste,
mordí mi lengua y callé lo cabrón que me pareciste.
mordí mi lengua y callé lo cabrón que me pareciste.
Si enamorado estabas mientras conmigo de placer te retorcías,
doblemente cabrón me pareciste.
doblemente cabrón me pareciste.
no sólo a mí me mentías,
también a la mujer de la que enamorado te decías.
también a la mujer de la que enamorado te decías.
No me diste opción a elegir
si contigo quería estar sabiendo que no eras libre.
y eso me dolió como una puñalada traicionera.
Tu falta de respeto, tu falta de honestidad,
si contigo quería estar sabiendo que no eras libre.
y eso me dolió como una puñalada traicionera.
Tu falta de respeto, tu falta de honestidad,
tu sinceridad ausente para admitir que tu corazón ya tenía dueña.
Si sólo querías un rato de placer no debiste enamorarme,
no debiste llegar a ese extremo, era suficiente con preguntarme.
Si mereces perdón o no no seré yo quien lo decida
ni juez ni verdugo soy, ni de ti ni de nadie
en manos de tu conciencia queda el perdón,
que ella sea quien lo decida.
Ahora que el tiempo pasó quería que lo supieras
fue tu falta de sinceridad la que peor daño me causó.
Pensando en tu hipocresía me sumí en el dolor
tratando en silencio digerir mis lamentos y mis quejas.
tratando en silencio digerir mis lamentos y mis quejas.
Dolor y decepción se enquistaron en mi corazón,
por no decirte, por que no supieras
por no decirte, por que no supieras
la herida que en mi corazón se abrió
cuando sobre mí cayó tu sentencia.
Imagen de la red
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