Bastó solo una mirada para quedar subyugada por tu misteriosa forma. La imagen que de ti forjé quedó de inmediato prendida en mi retina. Escalofríos sentí con tu reflejo ¿Quién eres? te pregunté sin poder contener mi curiosidad por conocerte. No proferiste palabra ni sonido alguno, ni señal ni gesto que indicara que estabas atento o atenta a mi desasosiego. Tu enigmática forma quedó estática, como ausente, sólo el brillo cegador que despedían tus ojos mostraban una señal de extraña vida. Has venido a mí por alguna razón que desconozco, pero no fui yo quien te llamó. No te esperaba hoy, no sé si te esperé alguna vez, no sé si habrá un después para desear y necesitar que vengas, aunque no me atrevo a afirmar o a negar nada. Extraña criatura que erizas mi piel y sobrecoges mi alma ¿cuál es tu fin en mi camino? Eres medio luz medio sombra, no puedo adivinar siquiera el contorno de tu rostro, cubres tu faz con máscara de piedra y solo se vi...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.