Me detengo un instante antes de continuar el viaje, me detengo un segundo para sobreponerme y coger aire en un respirar profundo. No reconozco la senda por la que ya anduviera en otro tiempo, el verdor de los prados ha desparecido, la musicalidad que envolvía el bosque ha quedado ensordecida por el ruido de los motores que a lo lejos se oyen, el murmullo del río en el que tantas veces me bañé ha enmudecido.
Ya no sé dónde me hallo, es como si de repente hubiera viajado hacia otro tiempo, hacia otro paraje con el que no me identifico. Los recuerdos de la infancia se disuelven por lo encontrado, el camino se hace largo y pesado, todo es árido y estéril, viajar a través de los recuerdos sin encontrar una sola huella de lo que fue me solivianta y estremece el alma.
Ya no sé dónde me hallo, es como si de repente hubiera viajado hacia otro tiempo, hacia otro paraje con el que no me identifico. Los recuerdos de la infancia se disuelven por lo encontrado, el camino se hace largo y pesado, todo es árido y estéril, viajar a través de los recuerdos sin encontrar una sola huella de lo que fue me solivianta y estremece el alma.
Deambulo perdida queriendo salir de la encrucijada mas cuanto más me esfuerzo en mi recuerdo, más perdida me hallo. Siento la sensación de estar en medio de una pesadilla, de un mal sueño, me pellizco en el brazo para comprobarlo y lo que ocurre me llena de sorpresa y estupor: ¡no ocurre NADA! me doy cuenta que no siento nada, solo un suave cosquilleo, como si una pluma hubiera rozado mi brazo y nada más. No consigo entender nada, me siento totalmente desorientada, perdida, dentro de mis recuerdos y mi pensamiento, dentro de un espeso bosque del que no vislumbro la salida ni la entrada.
¿Cómo he llegado a este punto? me pregunto angustiada. Si ya no sé dónde estoy ni hacia dónde me dirijo, si he perdido toda noción del origen de mi existencia. Si he perdido por el camino la sensibilidad al contacto con mi piel, si no soy capaz de lanzar un grito porque me he vuelto inmune al dolor, si no soy capaz siquiera de derramar una lágrima ante esta desazón.
Tengo que pensar la forma de salir de este laberinto mental en el que me siento atrapada, he de encontrar el modo de averiguar cómo puedo parar esta locura.
Si es un sueño, ya quiero despertar y si es real, quiero dormir y cambiar la realidad por otro sueño en el que pueda intervenir y corregir los defectos con los que he ido tropezando por el camino.
Tengo que transformar este deteriorado paraje por el alegre y maravilloso lugar en el que habité en otro tiempo. Tengo que armarme de fuerza y valor y recuperar el hogar sin sentir que vivo desahuciada. El lugar en el que quedó anclado mi soy, en el que me espera mi yo para reconciliarme con mi ser y hacer las paces con mi existencia.
Imagen de la red
Si es un sueño, ya quiero despertar y si es real, quiero dormir y cambiar la realidad por otro sueño en el que pueda intervenir y corregir los defectos con los que he ido tropezando por el camino.
Tengo que transformar este deteriorado paraje por el alegre y maravilloso lugar en el que habité en otro tiempo. Tengo que armarme de fuerza y valor y recuperar el hogar sin sentir que vivo desahuciada. El lugar en el que quedó anclado mi soy, en el que me espera mi yo para reconciliarme con mi ser y hacer las paces con mi existencia.
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Gran relato, amiga. Podemos perdernos y nos perdemos en nuestros sueños e igualmente en nuestras «realidades» Podemos perder el norte y no hallar nuestro yo e ir a su.encuentro. Evidentemente «somos un misterio insondable» para nosotros mismos.
ResponderEliminarFelicidades, amiga. Un gran abrazo...
Y tan insondables José Luís, a veces nos perdemos de tal modo que cuesta llegar al mismo fondo haciendo que nos veamos como auténtucos desconocidos.
EliminarMuy agradecida siempre por tus palabras querido amigo.
Un fuerte abrazo y que tengas un feliz descanso.
Úf..., éste relato acongoja y angustia el alma. Genial comienzo de una inquietante novela.
ResponderEliminarUn gran abrazo querida Marina.🌹
Muchas gracias mi preciosa amiga. No se me había ocurrido lo del libro y puede ser una gran idea jaja.
EliminarQue tengas una muy bonita noche.
Besos y abrazos todos guapísima.😘😘😘😍😍❤
No hay como verse a uno mismo en su fuerza interna y valorarse reflexionando porque vida sólo hay una y debemos de aprovecharla. para ello se necesita que la autoestima esté en su grado equilibrado y acometer las embestidas de la vida tal como somos. Cuantas más veces uno cae, más fuerte se hace si nos levantamos con garra y esencia de lo que somos.
ResponderEliminarGenial escrito, Marina.
Un fuerte abrazo y buenas noches.
Totalmente de acuerdo contigo Joaquín. A las embestidas que nos trae la vida no hay menjor forma que hacerla con ese grado de equibrio que obtenemos al valorarnos y aceptar lo que somos y como somos. A veces resulta difícil llegar a ese punto pero no imposible.
EliminarGracias infinitas por tus siempre alentadoras palabras.
Un fuerte abrazo y que tengas un feliz descanso querido amigo.
Estupendo relato, en el cuentas lo que pasa fuera, pero sobre todo lo que ocurre a veces dentro de nosotros... el ser humano hecho de sentimientos y de sensaciones, de aciertos y de errores... cuyo camino de perfección está en aceptar todas sus carencias e imperfecciones, ahí radica nuestra grandeza, saber que nuestra vida no es una moderna autopista sino un camino cubierto de abrojos por el que tenemos que transitar... Felicidades, amiga!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias infinitas querido amigo por tus palabras. Así somos los seres humanos, como bien dices, con un mundo interno en el que a veces nos sumergimos en busca de respuestas. Nos movemos por sentimientos y emociones contradictorios y que forman parte de nosotros, de lo que somos. Aceptarnos como somos es avanzar en nuestro autoconocimiento sin juzgar ni castigar.
EliminarGracias de nuevo Servilio.
Un fuerte abrazo y feliz tarde, amigo.
Reencontrarse con lo mejor de uno mismo después de deambular errante por la vida puede ser la mejor de las recompensas ante el esfuerzo realizado. Una preciosa prosa la que nos traes, con ese halo poético que caracteriza a tus escritos. Comparto de nuevo muy gustosa. Más besos, querida amiga:)
ResponderEliminarEsa es la mejor recompensa, sin duda alguna Mayte. Muchas veces no vemos más allá de nosotros mismos y no nos valoramos como merecemos.
EliminarMuchísima gracias siempre por tus palabras tan generosas y por compartir mis humildes letras guapísima.
Que tengas una muy bonita tarde.
Besos y abrazos miles querida amiga.
No sé porque escogí para leerte este relato, querida Marina, solo tú sabes que te impulsó a escribir estos pensamientos. Me ha dado la sensación de leer a alguien que se encuentra en uno de esos sueños en los que se quiere despertar y "algo" lo impide, un sueño muy lúcido en el que se mezcla lo abstracto con alguna realidad vivida y no sabes que es lo real o imaginario.
ResponderEliminarMuchas veces los recuerdos almacenados en la mente, sobre todo aquellos que han dejado algún tipo de huella "desagradable" aparecen en los sueños para que los descifremos. Una vez conseguido, la reconciliación con una misma está asegurada.
Me ha encantado, quizás porque también en alguna ocasión me ha pasado que no sé si habla mi mente o alguien por ella.
Precioso.
Gracias por compartirlo.
¡Un fuerte abrazo, querida!
Querida Mila, la verdad es que empecé a escribir sin orden ni concierto, quizá guiada por las sensaciones del momento, de tantos cambios producidos en mi vida en tan poco tiempo. Es una mezcla de buscar en el fondo de mi y encontrar lo que ando buscando con tanto ahínco:sosiego, paz, equilibrio.Encontrar a aquella persona que se enfrentaba a todo sin miedo...
EliminarComo ves, un poco elucubraciones mentales jajaj de lo que salió este escrito.
Gracias infinitas siempre amiga querida.
Te dejo todos los besos y abrazos que creas convenientes.
Que tengas un bonito día amiga del alma!!!