Con la fuerza y la energía con que nace el roble
crecen mis raíces y se expanden en la tierra nutriéndose de su fortaleza.
Con la flexibilidad que caracteriza al junco,
mi estructura se doblega y firme se mantiene al mismo tiempo.
mi estructura se doblega y firme se mantiene al mismo tiempo.
No se quiebra ni se rompe por fuerte que los vientos soplen,
por devastadoras que las tempestades sean.
Se mece y se balancea al ritmo y el compás del huracán que mi isla azota.
Alma, cuerpo y mente ante el temporal sin amedrentarse ceden,
se flexionan y se enderezan
se flexionan y se enderezan
y de nuevo, intactas en su firmeza regresan a su posición erecta,
sin derribar su armadura,
sin destruir sus raíces,
sin aniquilar su contenido
sin perder su compostura.
sin aniquilar su contenido
sin perder su compostura.
Fuerza y flexibilidad adheridas a la piel curtida,
fuerza y flexibilidad adquirida con los temporales sufridos,
con las duras experiencias en el recorrido de la vida.
con las duras experiencias en el recorrido de la vida.
Imagen de la red
Mi querida amiga... somos como el junco, nos doblamos pero nada nos quiebra, podemos quedar vencidas hacia un lado o plegadas... pero volvemos a emerger con la misma fuerza.
ResponderEliminarMil besitos para tu tarde, mi preciosa Marina ♥
Volvemos a emerger con la fuerza del roble...muchas veces no nos damos cuenta de esa fortaleza y flexibilidad que hay en nosotros, nos hacemos conscientes de ella con el tiempo.
EliminarGracias infinitas mi preciosa amiga.
Besos y abrazos todos los que seas capaz de soportar, corazón lindo!!!
Precioso poema, Marina. Tanto por la forma, como por su contenido. Me ha gustado mucho. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Ana por tu presencia y tus palabras. Me alegra mucha saber que ha sido de tu agrado.
EliminarQue tengas un muy bonito fin de semana.
Besos y abrazos.