Prisionera vivía, prisionera de los terrores que su mente construía. Errante vagaba entre las sombras de su mazmorra arrastrando pesadas cadenas con las que ya andar por más tiempo no podía. Insoportable se le hacía continuar sometida bajo aquella terrorífica atmósfera.
Liberarse quería de aquella condena, con todas sus fuerza deseaba romper las cadenas que su ser aprisionaban. No podía por más tiempo dejar en manos de sus pensamientos el control de su vida. Prisionera en su calabozo se resistía a mantenerse en la guarida de la bestia negra que la inmovilizaba.
Voz amenazante, tutora ilegal de ficticios terrores, embaucadores pensamientos siempre dispuestos a aprovechar la oportunidad en horas bajas de flaqueza y vulnerabilidad del ser pensante y abalanzarse cual bestia salvaje a devorar su presa.
Prisionera ya vivió el tiempo suficiente, era hora de hacer frente a su terror y mirarle a los ojos frente a frente. Preferible era combatir cuerpo a cuerpo y tener la posibilidad de vencer a los demonios que acatar las órdenes de la mente y permanecer de sí misma desterrada en la oscura cueva muriendo lentamente de impotencia por no armarse de valor y derribar sus propias barreras.
Se dio cuenta en aquel instante de su fuerza interna y plantó cara a los pánicos que la mente le mostrara y salió al exterior de la caverna y caminó y se abrió paso entre la luz del nuevo día y miró en derredor la vida que a su lado latía y sonrió convencida de que sola podría seguir el recorrido que le correspondía.
Imagen de la red
Liberarse quería de aquella condena, con todas sus fuerza deseaba romper las cadenas que su ser aprisionaban. No podía por más tiempo dejar en manos de sus pensamientos el control de su vida. Prisionera en su calabozo se resistía a mantenerse en la guarida de la bestia negra que la inmovilizaba.
Voz amenazante, tutora ilegal de ficticios terrores, embaucadores pensamientos siempre dispuestos a aprovechar la oportunidad en horas bajas de flaqueza y vulnerabilidad del ser pensante y abalanzarse cual bestia salvaje a devorar su presa.
Prisionera ya vivió el tiempo suficiente, era hora de hacer frente a su terror y mirarle a los ojos frente a frente. Preferible era combatir cuerpo a cuerpo y tener la posibilidad de vencer a los demonios que acatar las órdenes de la mente y permanecer de sí misma desterrada en la oscura cueva muriendo lentamente de impotencia por no armarse de valor y derribar sus propias barreras.
Se dio cuenta en aquel instante de su fuerza interna y plantó cara a los pánicos que la mente le mostrara y salió al exterior de la caverna y caminó y se abrió paso entre la luz del nuevo día y miró en derredor la vida que a su lado latía y sonrió convencida de que sola podría seguir el recorrido que le correspondía.
Imagen de la red
increíbles letras ... y la imagen, alucinante !!!!!
ResponderEliminar\m/ Marina \m/... Abrazos Poetisa !!!!!
Un honor que así lo pienses, Canté Noir. Muchas gracias por estar ahí!!!
EliminarAbrazos...GENIO!!!!!!
Querida amiga Marina, te felicito por sembrar conocimiento y aprendizaje de vida, puesto que esta entrada es otra muestra más de tu trabajo interno.
ResponderEliminarPrisioneros somos cuando nos identificamos con nuestros pensamientos y les damos fuerza para que nos arrastren hasta el precipicio de la inconsciencia y la locura.
La mente como las emociones hay que armonizarlas, ser observadores de cuanto sentimos o pensamos, no dejarnos nunca atrapar por estas energías, Somos algo más que nos vive y nos anima, no somos meros pensamientos o emociones, como nuestro ego nos hace creer. Liberarnos de esas cadenas es la mejor forma de ser libres y destruir cualquier límite.
Un abrazo enorme y lleno de amor cósmico para tu alma bella.
Mi querida Estrella, así es, tal y como dices. La mente nos manipula como quiere y en cuanto caemos en en sus garras nos podemos pasar la vida prisioneros de nuestros pensamientos. Es un trabajo constante el mantener a raya esa manipulación, es un trabajo que poco a poco va dando resultados en cuanto tomamos consciencia de que está en nuestras manos modificar esos pensamientos y como bien dices mantenernos como observadores y espectadores sin que nos atrapen. No hace mucho tuve la gran suerte de conocer la práctica de chikung y nuestro instructor nos hacía mucho hincapié sobre las emociones y los pensamientos, nosotros tenemos el poder y la capacidad de modificarlos, depende de qué tipos de pensamientos alimentamos así construimos nuestro día a día. Eso lo interioricé porque sé que es muy cierto.
EliminarMuchísimas gracias por dejar tan valiosa y querida huella, bello Ser.
Un abrazo inmenso con un carretón enorme de besos!!!
P.D: Me encantó ese abrazo con amor cósmico!!!
Marina que bien describes esa prision mental plagada de miedos y terrores imaginarios, que casi siempre nos acompañan una buena parte de la vida, hasta que un día decidimos armarnos de valor y disolver esos temores y salir como si nada de aquel infierno mental paralizante.
ResponderEliminarLiberar los miedos es una de las tareas mas aterradoras de la especie humana.
Gracias por mostrarnos ese espejo para que nos reconozcamos en el.
Te dejo un fuerte abrazo.
Liberarnos de esas cadenas de pánicos a la que nos somete la mente es una de las tareas más terroríficas como muy bien apuntas, Harolina. Lo fundamental es tomar consciencia de esa manipulación mental y a partir de ahí trabajar para que el miedo no nos paralice y desobedecer esa órdenes que nos llegan infundiendo miedos o peligros donde no los hay.
EliminarMuchas gracias por tu bella presencia y tus generosas palabras querida amiga.
Un abrazo enorme con todo mi cariño y agradecimiento.
Mi Marina bonita, el mejor momento sin duda es cuando mirando a los ojos de la bestia se opta por liberarse de toda prisión... Vivir sin cadenas merece todo intento ponerme volar.
ResponderEliminarBello tu manifiesto, doloroso y esperanzador.
Mil besitos con todo mi cariño y feliz día ❤️
Gracias siempre.
Hola mi preciosa Auro! Qué alegría verte, entiendo tu presencia como que ya se ha resuelto el problema con internet!!!
EliminarSiempre merece la pena luchar contra esa bestia y liberarnos de sus cadenas, volar en libertad. Es un duro trabajo en el que no se puede bajar la guardia.
Gracias siempre a ti, preciosa mía. Saberte en mi compañía es uno de los más bellos regalos.
Besos todos y un abrazo enorme con todo mi cariño, corazón bello.