Siempre estuviste ahí y no te supe ver, siempre me acompañaste y te ignoré, siempre me diste lo que necesité y no te lo agradecí, siempre me diste confort y tu calor nunca valoré. Siempre me amaste y con el mismo amor no te correspondí. Siempre busqué en el exterior para alcanzar todo lo que necesitaba, siempre busqué fuera de mí y en mi ceguera no me percaté que solo en mi interior se hallaba lo que tanto anhelaba. Siempre cuidaste de mí y recogiste los pedazos en que algunas veces mi alma se descomponía. Siempre me infundiste valor para soportar todos los golpes que de la vida recibía. Siempre fuiste en mí la fuerza que no creía poseer y no sabía de dónde venía, siempre me cobijaste y me diste confort en las noches más oscuras y frías. Nunca supe apreciar las señales que continuamente me mostrabas, tan cerca y tan distante al mismo tiempo de mí me hallaba como si tú y yo no fuéramos un mismo Ser, una misma alma habitando en un mismo cuerpo. Siempre me lamenté de ...
Letras que discurren por un mar a veces calmo a veces tempestuoso por el que fluyen sentimientos y emociones que navegan al son en que late el corazón durante el temporal y la calma.