Emerger y descender en continuo viaje a los infiernos,
sin paradas para repostar , sin respiro para reponer fuerzas,
vivir en claroscuros de cambiantes paisajes donde el alma muere.
Incondescendiente con el cuerpo se mantiene la condena
que lo arrastra y lo confina hacia el oscuro abismo de dolor y sufrimiento.
¿Se sobrepondrá el corazón a esta nueva afrenta?
¿Cuántas lágrimas aún quedan por verter para que las heridas sanen?
¿Cuántas nuevas brechas se abrirán sin dar tiempo a que cicatricen la viejas?
Muda la piel constantemente sin tiempo a regenerarse,
deja atrás sus jirones esperando que nueva piel sin huellas del pasado crezcan.
Con pasmosa parsimonia las saetas del tiempo discurren,
acuciante necesidad de sentir su transcurrir
veloz como fuego del rayo que fulmina los segundos sin detenerse
y descompone el tiempo en instantes.
Surcos invisibles se interponen entre la serenidad y el llanto,
profundas grietas mantienen las carnes abiertas
supurando sufrimientos a raudales, úlceras infestas que de sangrar no cesan.
Dormitando en la oscuridad y el silencio se pliegan los pensamientos a los deseos
de renacer de nuevo de entre los escombros que la hecatombe tras de sí deja.
Incondescendiente con el cuerpo se mantiene la condena
que lo arrastra y lo confina hacia el oscuro abismo de dolor y sufrimiento.
¿Se sobrepondrá el corazón a esta nueva afrenta?
¿Cuántas lágrimas aún quedan por verter para que las heridas sanen?
¿Cuántas nuevas brechas se abrirán sin dar tiempo a que cicatricen la viejas?
Muda la piel constantemente sin tiempo a regenerarse,
deja atrás sus jirones esperando que nueva piel sin huellas del pasado crezcan.
Con pasmosa parsimonia las saetas del tiempo discurren,
acuciante necesidad de sentir su transcurrir
veloz como fuego del rayo que fulmina los segundos sin detenerse
y descompone el tiempo en instantes.
Surcos invisibles se interponen entre la serenidad y el llanto,
profundas grietas mantienen las carnes abiertas
supurando sufrimientos a raudales, úlceras infestas que de sangrar no cesan.
Dormitando en la oscuridad y el silencio se pliegan los pensamientos a los deseos
de renacer de nuevo de entre los escombros que la hecatombe tras de sí deja.
Imagen de la red
Morir y renacer en cada ola que en este Mar habita... Surgir y en cada aspiración... La vida vuelve a latir... Como Tus preciosos versos.
ResponderEliminarMil besitos preciosa y feliz día ❤
Muerte y renacimiento que se produce una y otra vez y encada renacer se sube con más fuerza. Gracias miles preciosa!!! Que tengas un feliz descanso. Besos todos, corazón!!!
EliminarFortaleza..., Grande como tus letras, un gran cambio, mi querida amiga. Besos!!!
ResponderEliminarGrande eres tú mi querida amiga. Tus palabras me llenan de aliento para seguir ahí con mis humildes letras. Besos y abrazos todos corazón!!!
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