Fuiste, soledad, palabra maldita en mi vida.
Causa de temores y sufrimientos indecibles.
Causa de temores y sufrimientos indecibles.
Me negué a dejarte entrar y que perturbaras mi vida,
evité el encuentro frontal cuanto me fue posible.
Nunca quise conocerte,
evité el encuentro frontal cuanto me fue posible.
Nunca quise conocerte,
temía tu olor a silencioso vacío,
a tu oscura sombra cuando tu presencia intuía.
a tu oscura sombra cuando tu presencia intuía.
Enemiga acérrima te declaré de mi persona,
luché con denuedo para mantenerte alejada.
Nunca quise saber qué podías ofrecerme,
nunca estuve dispuesta escucharte.
Esquivé tu contacto evitando la negrura de tu mirada.
No quise mirarte de frente, tu silencio me aterrorizaba.
luché con denuedo para mantenerte alejada.
Nunca quise saber qué podías ofrecerme,
nunca estuve dispuesta escucharte.
Esquivé tu contacto evitando la negrura de tu mirada.
No quise mirarte de frente, tu silencio me aterrorizaba.
Escalofríos recorrían mi cuerpo solo con nombrarte
o imaginarte siendo mi huésped sin ser invitada.
Huyendo despavorida me perdía en decisiones,
dando palos de ciego,
evitando caer en el silencio de tus garras.
Me oculté para que no me dieras alcance
y ser víctima ante lo que consideraba serías,
fría y pétrea,
oscura y vacía,
daga que atravesarme podrías con tu fría estocada.
Soledad,
hoy ya no puedo escapar ni obviar tu presencia.
hoy ya no puedo escapar ni obviar tu presencia.
Hoy estoy aquí,
frente a ti
y debo reconocer cuan equivocada viví al enjuiciarte,
al no darte la oportunidad de conocerte siquiera,
a errar por no rendirme a tu abrazo,
a perder la oportunidad de ser yo misma aceptándote,
a perder la oportunidad de ser yo misma aceptándote,
a cerrar la puerta y no permitir que me acompañaras.
Hoy por fin te entendí
y aquí estoy, dispuesta a caminar a tu lado,
asida de tu mano, sabiéndote amiga
compañera de vida lo que reste de camino.
Hoy por fin te entendí
y aquí estoy, dispuesta a caminar a tu lado,
asida de tu mano, sabiéndote amiga
compañera de vida lo que reste de camino.
Imagen de la red
La soledad... amiga o enemiga, lluvia buscada o evitada... susurrarle le calma... gritarle la enfada.
ResponderEliminarAceptar para que mire con ojos de oscuridad.
Qué bella oda a esa soledad, mi querida amiga.
Mil besitos para tu domingo ♥
Bella tu descripción mi querida Aurora. Soledad que se ama cuando se busca y se sufre cuando es impuesta. Aceptarla y aprender a convivir con ella cuesta pero al final se acaban viendo las ventajas.
EliminarQue tengas un muy bonito lunes mi preciosa amiga.
Besos y abrazos infinitos con todo mi cariño, corazón bello.
Muy hermoso y real como la vida misma. Me ha encantado. Voy a intentar compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, me alegra que te haya gustado querida amiga. La soledad forma parte de esa misma realidad que es vivir y aunque a veces no la queremos con nosotros si aceptamos ese hecho nos damos cuenta que en ella hay una parte positiva muy buena y es todo un aprendizaje.
EliminarQue tengas un bonito comienzo de semana.
Besos y abrazos todos querida amiga.