Ir al contenido principal

QUERIENDO OLVIDAR












Queriendo olvidar

 poniendo las oportunas distancias,

muros de contención

 entre lo vivido y lo soñado.

Queriendo recordar el olor

que tu piel dejó en mi deseo.

Queriendo locamente creer

que la realidad superó al ensueño.

Empeñado en buscar la razón

en el olvido desmesurado

no queda tiempo para olvidar

se agota el tiempo de los recuerdos.

Giros y más giros entorpecidos

por la mente descarriada.

Busca incesante la palabra

que dé paz y sosiego a su alma.

No hay recuerdos que se pierdan

cuando el corazón aún sangra.






Imagen de la red




Comentarios

  1. En La mujer justa de Sandor Marai se dice que la verdadera venganza, la única, la perfecta es cuando ya no quieres saber nada de el otro, no le deseas nada malo ni nada bueno, ya no puede hacer sufrir. En ese momento no se recuerda, es el olvido.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, no recordar es el olvido absoluto, de alguna forma se da paso a la indiferencia...Gracias Conxita por tu visita y comentario. Un gran abrazo, amiga.

      Eliminar
  2. Los recuerdos giran en nuestra mente como alas de mariposa que no olvida el vuelo... Los recuerdos de ese deseo que dejó sangrando al corazón.

    Un poema bellamente nostálgico que me encantó hoy descubrir aqui en tu lingo blog, amiga Marina.

    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente Estrella, la mente es imparable en cuanto a esos recuerdos y por mucho que se la quiera frenar están ahí. Agradecida siempre por tus palabras y por tu visita, amiga. Un gran abrazo!!!

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado Yolanda. Un fuerte abrazo y gracias por tu visita y comentario.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. Nostalgia vestida entre versos.
    Es muy doloroso el poder que tiene sobre nosotros ese recuerdo, que se niega o negamos olvidar. El tiempo por suerte todo lo cura o nos enseña a vivir con ello.

    Profundo!
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por tus generosa palabras Irene. Sí, amiga, el tiempo suaviza todas las heridas por profundas que sean. Un gran abrazo!!!

    ResponderEliminar
  7. Es un placer leerte con esta intensidad.

    Mil besitos.

    ResponderEliminar
  8. Gracias por tus palabras y tu visita Auroratris. Besos para ti también!!!

    ResponderEliminar
  9. Marina, hermoso y melancólico.
    Cómo olvidar lo que fue tan importante, sólo se logra aquietar el alma con el tiempo, pero dejar de sentir cuando esos recuerdos regresan, es imposible. Mientras más se intenta, menos se logra.
    Un abrazo y besitos amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Viviana, cuando esos recuerdos danzan una y otra vez a pesar del tiempo, por más que se intente olvidar no se consigue en el momento. Por suerte siempre acontecen cosas que los llevan a otro plano. Gracias amiga por dejar siempre tus palabras. Besos y abrazo muchos!!!

      Eliminar
  10. A veces quieres olvidar, lo crees necesario e importante pero cuando
    se trata de olvidar a la persona que amas prefieres sufrí antes que olvidar.
    Saludos Marina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces, sin querer los recuerdos se agolpan y nos traen a la memoria personas o acontecimientos significativos de nuestra vida. Lo malo no es recordar o querer olvidar, lo malo sería que esos pensamientos o recuerdos permanecieran en nuestra día adía de manera incesante.Gracias por tus palabras y tu visita Isidoro. Un gran abrazo amigo!!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ESTARÉ AQUÍ MISMO

    Recuerdo perfectamente el momento en que te vi, tu cara de asombro igualando mi asombro, tus enormes ojos mirándome con extrema curiosidad, una mutua correspondencia en aquel inesperado encuentro. Nunca te olvidé, bueno, más bien, siempre supe que estabas en algún lugar no muy lejos y que nuestros caminos se cruzarían. A pesar de soñar con que ese encuentro se produjera, mi asombro fue tan grande como el tuyo. Ambos nos sobresaltamos de ver nuestras extrañas apariencias, pero en nuestras miradas francas había un reconocimiento que nos acercaba. Tus ojazos me subyugaron por completo, sentí en mi interior una profunda ternura, un deseo incontrolable de abrazarte a pesar de desconocer tu procedencia.  Conectamos enseguida sin necesidad de articular palabras y tuve la necesidad de protegerte de cualquier persona ajena a lo que estaba sucediendo, sentí que debía alejarte de miradas curiosas que quisieran causarte mal por no entender que eres un Ser hermano perdido en un mundo descon

EL RUGIDO DEL DRAGÓN

  Volvió a escuchar el rugido del dragón desde la tenebrosa cueva que lo custodiaba. Camuflado tras el sopor de un narcótico sueño esperaba impaciente el oportuno momento para salir de su guarida y atemorizar a la dueña y señora del castillo aprovechando su debilidad en las horas en que más vulnerable se hallaba. Llamaradas despedían sus fauces desde las entrañas del submundo en el que la oscuridad reinaba. Bestia abominable, sin piedad el terror sembraba en el corazón y el alma. Olvidó cerrar las compuertas donde lo mantenía en silencio en muchos tiempos, olvidó que la bestia con vida permanecía y podía despertar de su letargo en cualquier momento. No quiso concederle tregua y que el rugido más fuerza tomara y ahogó su grito en medio de las tinieblas, extintores de gritos y palabras graves lanzó contra el monstruo que la acosaba, mas, el monstruo no se amilanaba y no retrocedía. Volvió a escuchar el rugido del dragón y destempló su sueño en todas las madrugadas, se negaba a escuchar y

FUERON...

Es el sonido del silencio, el eco roto de tu voz que se instala en mi pensamiento. Son las notas frías de un adiós en la noche sin luna, es la paciente espera por encontrar tu nombre escondido en algún lugar de lo inmaterial. Es el ayer que acecha y quiere llegar a la cima de los dormidos recuerdos, es tu voz que me llama, la que vela mis sueños y entre susurros me alienta. Son los errores cometidos, las palabras vacías, los te quiero no pronunciados, las noches de amor robadas, las horas vencidas los que agotaron el alma. Fueron tantos desatinos los que al sol de la luna distanciaron como ausencias sin motivo que no se perdonaron. Fueron las notas de un violín desgastado por la melancolía, fueron las noches en vela escribiendo a ciegas miles de poemas. Fueron los combates perdidos que dictaron el camino hacia el aprendizaje, fueron los valores perdidos reconciliando pasados, avanzando en la vida. Fueron tantas las muertes producidas como renacimientos inesperados, resurgiendo como el