Inicié el viaje sin saber hacia dónde mis pasos me llevarían, viaje con destino y sin dirección hacia alguna parte donde en algún momento habré de quedarme. Viajo sin brújula con la que orientarme, mi destino paciente aguarda. El camino se acorta, el tiempo, en ocasiones, parece no tener prisa y se detiene, sin embargo, en otras, avanza presuroso y con la velocidad de la luz transcurre.
Un largo trecho ya he recorrido en el que no faltaron vallas que saltar, obstáculos que retirar ni piscinas a las que me lancé sin asegurarme que contuviera agua que amortiguara la caída.
Alegrías y tristezas, tempestades y calma, ríos cristalinos y turbias aguas, remansos de paz y rápidos que me arrastraban. Horas inquietas, días de vino y rosas, mezcolanza de sabores agridulces contrarrestando y equilibrando en la balanza el peso de la carga que se fue acumulando.
Me he perdido en encrucijadas sumida en dudas y dilemas. En cada bifurcación se hace necesario tomar una decisión, elegir con acierto es lo que quisiera mas todo son incertidumbres, errar o acertar ¿dejarlo en manos del azar o desgranar los posibles que puedan haber más allá de la salida?
¿Cómo será el nuevo recorrido, cómo adivinar si es la opción correcta la que me ha de llevar por un camino menos pedregoso en el que el corazón no quede herido y el alma no duela? Cerrar los ojos y aventurarme, guiada por la intuición, no hay más opción que la de confiar y arriesgar y continuar el recorrido asumiendo las consecuencias si la elección no fuera la correcta.
Oasis he hallado en los que pude descansar y reponer energías ya gastadas, vergel en el que recuperar el aliento aspirando con fuerza aire fresco hasta un nuevo giro, nuevo viraje, nueva bifurcación, nuevo ciclo y cambio de dirección.
Viajera de tiempos y espacios transmutando formas en mundos viejos y en otros no descubiertos. Viajo cada vez con más ligero equipaje, en el trayecto pagué peaje y fui dejando contenido aligerando peso innecesario.
Un largo trecho ya he recorrido en el que no faltaron vallas que saltar, obstáculos que retirar ni piscinas a las que me lancé sin asegurarme que contuviera agua que amortiguara la caída.
Alegrías y tristezas, tempestades y calma, ríos cristalinos y turbias aguas, remansos de paz y rápidos que me arrastraban. Horas inquietas, días de vino y rosas, mezcolanza de sabores agridulces contrarrestando y equilibrando en la balanza el peso de la carga que se fue acumulando.
Me he perdido en encrucijadas sumida en dudas y dilemas. En cada bifurcación se hace necesario tomar una decisión, elegir con acierto es lo que quisiera mas todo son incertidumbres, errar o acertar ¿dejarlo en manos del azar o desgranar los posibles que puedan haber más allá de la salida?
¿Cómo será el nuevo recorrido, cómo adivinar si es la opción correcta la que me ha de llevar por un camino menos pedregoso en el que el corazón no quede herido y el alma no duela? Cerrar los ojos y aventurarme, guiada por la intuición, no hay más opción que la de confiar y arriesgar y continuar el recorrido asumiendo las consecuencias si la elección no fuera la correcta.
Oasis he hallado en los que pude descansar y reponer energías ya gastadas, vergel en el que recuperar el aliento aspirando con fuerza aire fresco hasta un nuevo giro, nuevo viraje, nueva bifurcación, nuevo ciclo y cambio de dirección.
Viajera de tiempos y espacios transmutando formas en mundos viejos y en otros no descubiertos. Viajo cada vez con más ligero equipaje, en el trayecto pagué peaje y fui dejando contenido aligerando peso innecesario.
Viajo con la esperanza puesta en alcanzar la línea que hay más allá del horizonte, cruzar los límites de las inhibiciones, adentrarme en el vórtice de la tormenta y salir airosa a pesar de posibles cicatrices, destruyendo las fronteras de incertidumbres y de sombras, sin fantasmas del pasado ni demonios furiosos con que se visten las aciagas noches.
Viajo con mi soledad por compañera, ausente del tiempo pasado, viajera en solitario con presentes acortados. Viajera cansada pero no vencida queriendo alcanzar la cima de mi propia montaña.
Viajo con propuestas de cambio sorteando sinuosidades y trampas que en el camino se mantienen agazapadas, agarrándome con firmeza a la fuerza que me impulsa desde la raíz más profunda a continuar superando las pruebas que se vayan presentando y seguir avanzando en el trayecto que aún quede hasta llegar a la meta.
Viajo con el afán de reencontrarme, hallar la paz y el equilibrio y continuar con sosiego el resto del camino que conduce a mi lugar de origen.
Viajo con propuestas de cambio sorteando sinuosidades y trampas que en el camino se mantienen agazapadas, agarrándome con firmeza a la fuerza que me impulsa desde la raíz más profunda a continuar superando las pruebas que se vayan presentando y seguir avanzando en el trayecto que aún quede hasta llegar a la meta.
Viajo con el afán de reencontrarme, hallar la paz y el equilibrio y continuar con sosiego el resto del camino que conduce a mi lugar de origen.
en el intento y el movimiento... los caminos se abren
ResponderEliminara decisión propia
\m/ Marina \m/... abrazos Dark Poetisa !!!!!
Así es Chanté, movimiento y cambio...vida!!!
EliminarAbrazote gigante POETA!!!!
Mi Marina bonita, eres esa viajera del tiempo que ha mirado a la tormenta a la cara y ha salido más fuerte. Has nadado entre aguas turbulentas y entre vergeles de paz... eres esa viajera que cada día va formando y afianzando la gran mujer que eres.
ResponderEliminarUna prosa preciosa donde he buceado en maravillosas metáforas y todas ellas me hablan de ti.
Mil besitos con todo mi cariño y muy feliz noche ♥ mío.
Mi querida Auro, tus palabras me llenan de emoción por el cariño que me transmites, así, con el mismo cariño las recibo y las acojo en mi corazón.
EliminarGracias infinitas preciosa mía por ser y estar, por el disfrute que supone caminar en tu hermosa compañía.
Que tengas una muy bonita tarde.
Te dejo un cargamento repleto de besos y abrazos con todo mi cariño.
Marina, cuantas emociones encierras en esa viajera que nos representa a todos.Pasamos por experiencias distintas, pero en el fondo nos dejan el mismo sabor y muy parecido aprendizaje de vida.
ResponderEliminarErrados o acertados, los caminos los hacemos nosotros, y que bueno que tengamos el coraje de arriesgarnos, siempre sacamos una vivencia importante que nos ayuda a avanzar y entender mejor la siguiente aventura.
Me ha gustado mucho leerte y conocer a esa viajera.
Feliz viaje de regreso a ti querida.
Así es, querida Harolina, en este recorrido vital hay que arriesgarse ya que por mucho que queramos escoger con acierto es muy difícil y la conclusión es que pasado el tiempo nos damos cuenta de que es de los errores de lo que más aprendemos y así avanzamos en el recorrido.
EliminarMuchas gracias por tus siempre acertadas palabras y por tu bella presencia querida amiga.
Un abrazo inmenso con todo cariño a tu bello Ser.
Que tengas un maravilloso fin de semana.
¿Adivinar si es la opción correcta?...
ResponderEliminarSi, querida amiga, es difícil adivinarlo, pero yo también suelo guiarme por la intuición, no nos queda otra que arriesgarnos confiando en que ese camino nos guiará a buen puerto, asumiendo siempre las consecuencias de dicha elección.
Continuamente estamos transmutando y renovando energías, recuperando fuerzas y descubriendo hasta donde llegan nuestras limitaciones, para luego superarlas.
Como viajeros en tránsito, siempre lo hacemos acompañados de nuestra fiel amiga, la soledad, que nos conoce mejor que nadie.
Si, vamos quemando etapas, subiendo peldaños y conociéndonos mejor a nosotros mismos, hasta que se produzca ese alto en el camino y regresemos al Principio de esta eternidad.
Abrazos oceánicos, mi querida Marina, para el hermoso Ser que vive en ti y millones de besitos con mucho cariño.
¡Feliz fin de semana!
Difícil por no decir imposible a no ser que se tenga tal clarividencia que podamos acertar de pleno querida Estrella. En esta andadura hacemos grandes descubrimientos y con ellos, como bien dices llegamos a conocernos mejor y ver la gran fuerza interna de que disponemos para superar los obstáculos que vamos encontrando. La soledad, es una de las cosas en las que estoy trabajando y, sí es muy cierto es al final nuestra gran compañera y amiga de viaje y con la que mejor llegamos a nuestro ser más auténtico para conocernos.
EliminarMi querida Estrella, gracias todas por dejar tus grandes y certeras palabras en este pequeño rincón de mi alma.
Abrazo cósmico repleto de lunas,soles y estrellas brillantes que te acompañen en tu camino. Gracias infinitas por tu hermosa compañía.
Feliz fin de semana para ti también, alma bella.