Viniste de nuevo a mí, te descubrí y se iluminó la mañana,
no por mucho tiempo, ya lo sé.
Me acostumbré a tu ir y venir
a tu ser sin estar a tu sentir sin presencia
a dejarnos una y otra vez un pedazo de corazón,
un rastro de nuestra huella.
Como mensajes sin emitir,
sin palabras que pronunciar, sin voz que articular,
sé que me vienes a buscar porque también salgo a tu encuentro.
Como unidos en un flujo mental, enlazados en un mismo pensamiento.
Voy y vienes, vengo y vas.
Te descubro nuevamente y me inundo de placer.
Te adivino, sonríes, me besas y te siento sin estar.
Llevo con ansia a mi boca cada uno de tus besos,
besos que sellan las bocas hasta quedarnos sin aliento.
Nos fundimos por un momento y nos dejamos arrastrar
por la fuerza contenida del explosivo volcán.
Irracionales y embriagadores instantes,
recreo para el corazón que sin querer estalla
henchido por la emoción de la magia del momento.
Sueño con acariciar tu cuerpo y siento erizarse la piel en ese sueño.
Quizá algún día podamos averiguar cuánto hay de realidad
o si es la morbosidad lo que guía nuestros encuentros.
Imagen de la red
Me suyugan tus poemas, me llevan a momentos, instantes vividos.
ResponderEliminarQuerida amiga tu pones en palabras los sentimientos, goces, o dolores que todos en algún momento vivimos.
Gracias por los momentos que nos haces revivir.
Mi querida amiga, gracias infinitas por tan bellas palabras, me han emocionado Àngela...muchos besos y abrazos para ti amiga. Te deseo todo lo mejor en tu vida.
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