Calla la noche mientras las lunas se preparan para recorrer de puntillas mi insomnio, calla la noche y sin pensar en el tiempo vaga por el espacio queriendo fundir el hielo interno al arribar el alba.
Calla la noche y me embriago de silencio y me quemo en el fuego que arde en mi pecho. Calla la noche ahuyentando pensamientos, reacciona la mente confundida buscando en algún punto recóndito lo que queda de recuerdos.
Se tensa la noche mientras avanza, difundiendo ráfagas confusas que se dispersan entre los pliegues de las sábanas empapando de melancólicas soledades las horas, formando surcos de sueños imposibles en la madrugada.
Estrellas que iluminaron una vez mi universo y de súbito se fueron extinguiendo, se apagaron por completo transformando frío por calor, incandescencia del resurgir de nuevos planetas, rutilantes formas que conformaron un nuevo mundo, un nuevo cosmos.
Calla la noche y el silencio se propaga en la ciudad durmiente, nada escapa a la luna, secretos contados que la convirtieron en cómplice callada. Se cierra el ciclo de tempestades, se abre el portal al infinito difuminado las sombras, borrando la huella de lo que en el tiempo quedó escrito con tinta roja.
Imagen de la red
Calla la noche y me embriago de silencio y me quemo en el fuego que arde en mi pecho. Calla la noche ahuyentando pensamientos, reacciona la mente confundida buscando en algún punto recóndito lo que queda de recuerdos.
Se tensa la noche mientras avanza, difundiendo ráfagas confusas que se dispersan entre los pliegues de las sábanas empapando de melancólicas soledades las horas, formando surcos de sueños imposibles en la madrugada.
Estrellas que iluminaron una vez mi universo y de súbito se fueron extinguiendo, se apagaron por completo transformando frío por calor, incandescencia del resurgir de nuevos planetas, rutilantes formas que conformaron un nuevo mundo, un nuevo cosmos.
Calla la noche y el silencio se propaga en la ciudad durmiente, nada escapa a la luna, secretos contados que la convirtieron en cómplice callada. Se cierra el ciclo de tempestades, se abre el portal al infinito difuminado las sombras, borrando la huella de lo que en el tiempo quedó escrito con tinta roja.
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preciosa entrada de mi compañera
ResponderEliminarMuchas gracias querida Ana María.
EliminarBesos y abrazos infinitos.
La noche y su luna cómplice recogiendo todos los silencios, miradas y pechos suspirando.
ResponderEliminarUn manto que nos acoge, mi querida Marina.
Mil besitos que te lleguen y muy feliz finde ♥
La noche tiene esa magia especial, tanto para los buenos recuerdos como para los que no lo son...
EliminarMiles des besitos de vuelta para ti mi preciosa Aurora.
Que tengas una muy bonita tarde de domingo, corazón.